Domingo, día infernal que todos odiamos (a no ser que sea
de verano, claro). Hoy he decidido olvidarme del día que es y hacer algo
productivo. Ya que tenía unos descuentillos para el cine, he ido a ver una película
a la que le tenía ganas: “La vida inesperada”.
No suelo fiarme de las películas españolas (antes de
atacarme por este comentario, pensad en las películas españolas de los últimos
años y cuántas se salvan) pero después de ver “8 apellidos vascos” y “Kamikaze”
me dio tal subidón que decidí ir a por la tercera. Suelen decir que a la tercera
va la vencida, y desgraciadamente este dicho se cumplió en el mal sentido.
La película empieza lenta. Sin nada transcendental. Nos
situamos en la vida de Juan (Javier Cámara), un hombre que huye de su lugar de origen para no
acabar como su padre y que trabaja en distintos trabajos para poder pagar el
alquiler de un piso pequeño en América.
La llegada de Jorge (Raúl Arévalo), el primo de Juan, es la gota que colma
el vaso. Jorge es el típico primo perfecto al que a todos nos gustaría matar
cuando nos comparan con ellos.
Al ver el tráiler imaginé que sería una de esas pelis que te
hacen pensar en lo que tienes, que te hacen ver tu vida de otra forma. Imaginas
que Jorge, al tener una vida “perfecta” descubre en esa semana con Juan que se
ha perdido lo más importante de la vida: el riesgo. Al principio guardas la
esperanza de que la película dé un giro y empiece lo interesante, y esperas, y
esperas, y cuando te quieres dar cuenta (después de mucho mirar la hora,
horrorizada porque se hace eterna y con tendencias suicidas) salen los
créditos. Y la única sensación que tienes, además de la de haber perdido tu
tiempo y tu dinero, es de fraude. Te sientes defraudada.
Lejos de animarte a cumplir tus sueños, creo que te anima a
conformarte con lo que tienes. A rendirte, porque hay sueños que ya no se van a
cumplir por mucho que luches, porque es mejor coger un tren que hará tu vida
más fácil. Ninguno de los dos lucha por sus sueños (aunque nos dejan un final
abierto para que le pongamos otro final si queremos).
Hola. Soy un fracasado y siempre lo seré porque los sueños NO SE CUMPLEN. |
Por otra parte, los amoríos son un poco estúpidos. A pesar
de que los actores trabajan bien, las historias no tienen sentido, están más
vacías que la sonrisa de Kristen Stewart. En vez de desear que acabaran juntos,
lo que supongo que querían que pensáramos, me he pasado las dos horas deseando que
la petarda de Juan se largara, con esa sonrisa siniestra que encima ponía. Anda
y vete por ahí. Y el personaje de Sandra (Carmen Ruiz) sobraba totalmente. Mira
que me gusta esta tía, pero es que no hacía nada. No aporta nada, simplemente
está, como de relleno.
¿Y el doblaje? Sí, habéis leído bien. Hay escenas en las que
los protas hablan en inglés y lo doblan. O mejor dicho, “doblan” porque se nota
muchísimo la diferencia. Es horrible.
Conclusión. Yo que vosotros me ahorraba mi tiempo y dinero y
me iba a ver otra película. Y si la veis, que sea en casita con la manta, por
si tenéis que echaros un sueñecito.
NOTA: 5/10
Jenny_crown
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