Como todos sabéis (puesto que supone más del 90% de lo que
se habla en las redes sociales), ayer tuvieron lugar los premios Emmy. Estoy segura de
que ya sabréis cuales son los claros ganadores de la noche y hasta qué llevaban
puesto vuestras celebridades favoritas, ya que de eso se encargan las mil fotos
con las que nos bombardean con tan solo pinchar inicio. Sin embargo, a mí hay
algo que me preocupa realmente, algo que no me deja dormir. ¿Qué pasa después
de los Emmy? Tal vez las actrices y actores que no consiguieron su premio después
de estar más de dos meses buscándole hueco y abrillantando la vitrina, hagan
piña para ir a comprar velas negras y se las pongan aquellos que sí. Tal vez
tengan que ir al médico después de sufrir una parálisis facial de tanto fingir
que se alegran por sus compañeros famosos. Lo que sí es seguro es que más de uno dejará a
un lado la ropa de gala para desmelenarse en una fiesta salvaje y bestial.
Porque… ¿qué son los famosos sin fiesta? Y de esto os voy a hablar. Ya estaríais
pensando que se me había ido la olla, pero no (o sí, el médico no me da
respuestas claras).
Las fiestas forman parte del cine. Esto es así. El lugar
donde X conoció a Y, o Y olvidó a Z. Esa gran oportunidad para que los
adolescentes vivan su juventud como Dios manda: matando neuronas. Sea como sea,
son importantes. Y por eso debía dedicarles un TOP 5 a esas fiestas de cine que
te dejaron con ganas de robar esa botella que lleva mil años en el armario de
la cocina de tus padres y montarte la juerga padre.
5º. Malditos
vecinos (2014)
Fui a verla sin muchas expectativas, pero esta película
tiene muchos puntos. Seth Rogen hace de
un treintañero casado (con Rose Byrne) y con un bebé, el cual sufre la
presencia de sus nuevos vecinos: una fraternidad encabezada por Zac Efron y Dave Franco. Y ya
sabemos lo que una fraternidad conlleva: fiestas, pruebas estúpidas, mujeres,
drogas, más drogas y alcohol, mucho alcohol. Sus fiestas son tan tentadoras que hasta la
parejita cae y se une, regalándonos imágenes como esta.
Además de sus fiestas originales con
luces led y altas dosis de diversión, las fiestas cuentan con Zac Efron y Dave
Franco, dos piezas que además de tener mucho humor nos dejan sin aliento en más
de una escena (mode quinceañera ON)
4º. American Pie 6: Fraternidad Beta (2007)
Todos sabemos que a los chicos de American
Pie les va la fiesta, y sobre todo una cosa: el sexo. Este es el componente
principal de sus guateques. En esta sexta entrega la pandilla tendrá que
defender su derecho a la fiesta y al libertinaje frente a otra fraternidad en
las olimpiadas más locas que podáis imaginar. Así deberán enfrentarse para ver
quién es el más rápido desabrochando sujetadores, cargar con una chica en una
carrera en una postura poco convencional, consumir un barril de cerveza en el
menor tiempo posible o demostrar que pueden aguantar más tiempo sin eyacular.
Elijo esta sexta parte por su especial
grado de excentricidad en las pruebas, pero podría elegir cualquier otra. No
tienen desperdicio.
3º. Noche de marcha (2013)
Esta película es una de esas para ver con amigos. Cuenta la
historia de una fiesta, una de esas que marcan un antes y un después, de las
que cuentas en futuras reuniones como anécdota graciosa y de las que sales más
unido que nunca a tus compinches.
Jeff está a punto de cumplir 21 años, lo que supondrá el
paso definitivo hacia la vida adulta. Y es por eso que Miller quiere sacarle de
fiesta a él y Casey, su otro amigo del instituto. Lo que empieza como una
cerveza inocente acaba en una cogorza memorable. Sobre todo para Jeff, el cual
se pasa la mitad de la película medio inconsciente. Para encontrar la casa de
su amigo borracho, Miller y Casey tendrán que pasar por las manos de una
fraternidad femenina con muy malas pulgas, superar los 8 niveles de la fiesta (los
cuales incluyen más niveles de alcohol que la sangre de Homer) y enfrentarse a
un grupo de cachitas que se la tienen jurada entre otras cosas. Todo ello
mientras se dan cuenta de que ya no son los mismos que antes y que su relación
ha cambiado.
2º. Resacón en las Vegas (2009)
Al igual que la anterior, esta también es para ver con
amigos. No hace falta ni decirlo, ¿no? Todos sabemos que cuando se juntan estos
cuatro nada puede salir bien. La droga siempre es desencadenante de las
situaciones más imposibles y estrambóticas. Pérdidas de dientes, un tigre en el baño, un bebé en el armario, tatuajes
faciales, bodas con strippers… y un largo etc. Lo mejor de esta saga, sin duda,
son las fotos del final. Y Bradley Cooper, claro. Verle siempre es algo agradable (quinceañera modo SUPER ON).
1º. Project X (2012)
Tal vez diréis que esta no merece el primer lugar, pero
yo a medida que llegaba el final estaba que me tiraba de los pelos. A casi
todos nos gustaría tener una fiesta como Project X. Eso sí, en una casa ajena y
con las piernas preparadas para salir corriendo si la cosa se pone fea.
Es el cumpleaños de Thomas y da la casualidad de que sus
padres se van de vacaciones dejándole solo esperando que, como mucho, su hijo
metiera a un par de amigos. Costa, el mejor amigo de Thomas, decide prepararle
una fiesta. Lo que supuestamente iba a ser una pequeña reunión de como mucho 50
personas, acaba albergando a más de 1000 jóvenes borrachos y alocados reunidos
en el jardín de este chico. Saltos desde el tejado al castillo hinchable, un
enano al que bien podría llamar “cascanueces”, un coche en la piscina y un gnomo
de jardín con éxtasis en su interior son uno de los factores que consiguen ese
final apoteósico y que acaba con una casa hecha pedazos. Sin duda, digna de ver.
Y con esta terminamos. Espero no haber fomentado mucho vuestras ganas de ir de fiesta. Yo voy preparando mi sombrero de paja y mi collar hawaiano.
Jenny_Crown
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