Este sábado 10 de Agosto hubo en mi pueblo, Hornachos (Badajoz) un evento “musical”. El “famoso” Henry Méndez, autor del tema Quiero rayos de sol, daría un concierto en el recinto de aquí. Según decían, se habían vendido unas 2500 entradas, porque también venía gente de fuera… Este hecho nos chocó bastante, porque en dicho recinto era casi imposible meter a tantísima gente.
He de aclarar que yo ni me acerqué a dicho lugar el sábado, pero sí que lo hizo mi hermana y más gente conocida… y la experiencia no fue precisamente grata.
Hemos oído a más de uno decir que fue un completo timo. La entrada anticipada eran 8€ y la entrada en taquilla 12€ (un dinero que esta gente no vale, pero bueno…). También podías adquirir “botellón” por 15€ (consistía en: una botella de lo que quisieras de bebida alcohólica, otra de mezcla, vasos y hielos). No sé hasta qué punto eso salía bien…
Y el señor Henry Méndez llegó sobre las 2 de la mañana, cantó cuatro canciones (una de ellas repetida) y se fue por donde vino. Nada más. Menudo “concierto”, ¿eh? Pero ahí no acaba la cosa: luego dos maravillosos DJ’s “amenizaron” el ambiente… O algo así. Lo cierto es que yo desde mi casa solo oí remixes y más remixes, canciones repetidas (como Get Lucky de Daft Punk). La opinión de mi hermana es: “Era un coñazo. Ni siquiera se le podía llamar pinchar… Yo me fui sobre las cuatro y hasta después no hubo nada medianamente decente”.
Pero lo mejor de todo era un cartel que tenían colgado en la puerta del recinto… es genial, os va a encantar. Rezaba así: “Se permite la entrada a menores –a partir de 7 años- acompañados de un adulto.” ¡Claro que sí! Un aplauso, por favor… Niños de 7 años en un evento de ese calibre. PUES CLARO. Todo resulta muy natural. Luego nos quejamos de que los críos salgan así. Normal. Si existen padres que con niños de 12 años defienden el botellón porque la bebida en los bares es muy cara (no en este pueblo, así que no sé de qué se quejan, pero de eso hablaré luego)… ¿¡pero esos padres se oyen?! La venta de alcohol está prohibida a menores de 18 años (vale que todos hayamos bebido con 16-17). ¿Qué tienen que opinar los padres de unos niños de 12 años? Me parece que absolutamente nada.
Los niños de la fiesta |
Siguiendo con el tema de la edad, en el sitio tampoco pedían el DNI… ¿para qué? Ya ni por norma general, que hay que pedirlo… Luego pasan cosas como lo del Madrid Arena y nos lamentamos.
Mi hermana también me ha comentado la vergüenza ajena que sintió al ver a niñas (o, mejor dicho, niñatas) saliendo al escenario a “perrear”, tal y como anunciaban los DJ’s, por lo que se ve, muy orgullosos de alzar su voz para hacer semejante llamamiento. Lamentable, muy, muy lamentable… yo ya presencié un episodio parecido en una discoteca de Móstoles (Ágora) en una supuesta sesión light. Niñas de 14 años bailando dentro de jaulas como (y siento emplear esta palabra) perras en celo… No sé si los padres se hacen siquiera una idea de la forma que tienen sus “inocentes” hijas de actuar. Pero yo me sentí bastante asqueada, y puedo decir que mis compañeras igual.
Volviendo al cartel del evento… anunciaban zancudos, fiesta final de la espuma y un sinnúmero de cosas más… que, según mi hermana, estuvieron ausentes. Allí no había rastro de nada. Es más, preguntó sobre las 3 y pico por la fiesta de la espuma y le informaron de que ya había sido… Ella se quedó estupefacta por lo que vieron sus ojos: una esquina llena de espumita… Parecía un chiste de mal gusto.
La mejor fiesta de la espuma de todos los tiempos |
Y dejando esto a un lado… volvamos con el supuesto protagonista de la fiesta (aunque su aparición fuese casi fugaz). Que a este hombre y a un par de DJ’s más se atrevan a llamarlo concierto… me parece un insulto para la gente y los grupos que realmente se preparan y se esfuerzan por estar ahí. Gente que compone letras que de verdad te hacen pensar, que tocan instrumentos… Y viene un tiparraco que en dos días como quien dice aprende a pinchar música enlatada, repite dos frases estúpidas y triunfa. Por eso estamos en un país de borregos. Luego siempre queda alguien con un poco más de criterio que después de asistir a uno de estos eventos musicales admite que este tipo de gente es penosa. Recuerdo cuando el año pasado Juan Magán asistió a las fiestas de Móstoles y mucha gente se decepcionó. A mí no me sorprendió que fuese una auténtica basura, como lo que ha pasado en Hornachos.
A ver si la gente empieza a tener un poquito de criterio. La música se está yendo al garete por (sobre todo) adolescentes estúpidos que siguen a este tipo de “cantantes” tan solo por moda. Parecen hechos por un molde, sin personalidad… Y es triste. Van todos como borregos a donde vaya la multitud.
Esme_Heartilly
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